En el magnífico libro Desafección, pos-democracia, antipolítica, José Miguel Ortí Bordás traza un retrato desesperanzado de la posdemocracia. «Lo incierto ya no asusta. Ni disuade. La política actual terminó por abrirles las puertas de Roma a los nuevos bárbaros, a los nuevos extraños de la antipolítica». Tiene razón el autor, lo incierto ya no asusta y se hace real aquel chiste de «nosotros o el caos», a lo que la gente contestaba «el caos, el caos»