Para José Luis Restán, Benedicto XVI ha sido el hombre que en un mundo que ha dado en buena medida la espalda a Dios –especialmente en occidente-, nos ha hecho volver a percibir el cristianismo como vida, bella, alegre y razonable”. “Lo principal es que los hombres de esta época han vuelto a encontrar en Benedicto XVI, un hombre que personifica la fe como algo que sorprende, que no es lo que imaginábamos y que nos hace preguntarnos si lo podríamos vivir nosotros también”.