No resta sino felicitar a García Mahiqués por su iniciativa, a su equipo de colaboradores, y a la editorial por apostar con fuerza por este tipo de obras que, si bien no son de venta fácil, cubren un espacio muy necesario, máxime en el ámbito español e hispanoamericano, en el que hasta el momento sólo se ha dispuesto de tratados de iconografía elaborados en el extranjero.