Costumbrismo, comedia y drama, se mezclan en la acción, vistos a través de una mente infantil que no acaba de entender lo que presencia. Como es habitual en el autor, el estilo, con predominio de la forma indirecta sobre el diálogo, destaca por la extraordinaria riqueza de un vocabulario de profunda raigambre castellana y unos modos de expresarse de los personajes adaptados con precisión a los rasgos que se atribuyen a cada uno de ellos.