Dante, Nembrini y nuestra humanidad deseante

Este italiano encantador, expresivo y gesticuloso donde los haya, empezó contando una historia. En un viaje a Caracas para presentar su libro conoció a una señora pobre, que vivía en una zona de chabolas de la ciudad. Se le acercó en uno de sus encuentros y le dijo: «Señor Nembrini, Dante me habla a mí».