Jérôme Lejeune fue el pionero de la genética moderna, el científico que descubrió la razón por la que algunos niños nacen con un cromosoma de más: la trisomía. Su gloria científica fue un drama personal, porque enseguida comprendió que su hallazgo sería pretexto para el aborto. Así que su vida fue un afán constante para que la ciencia se lanzara no a eliminar a los enfermos sino a buscar un remedio para su enfermedad. Ese ejercicio de la libertad le costó el premio Nobel, que mereció con motivos sobrados. Se paga un gran precio por ser libre.