En un momento en que el proyecto de integración europea atraviesa turbulencias y se tambalean los cimientos de confianza y fraternidad sobre los que se construyeron las primeras Comunidades, el recuerdo de la conferencia de Messina, de cuya celebración se acaba de cumplir el 60 aniversario, puede refrescar la memoria sobre el verdadero sentido de las instituciones europeas