«Creo que es muy bueno ir a una exposición en la que no entiendes nada (aunque, por supuesto, siempre entiendes algo). Es una experiencia positiva, pues el acercamiento al arte siempre nos enaltece. Siempre te llevas algo bueno de una exposición. Además, hay que empezar a abordar el arte contemporáneo con la idea de que vas a disfrutar, no pensando que es complicado»