Entrevista a Pedro Gutiérrez Recacha: La educación católica de muchos directores “configuró su visión del mundo” en el Hollywood dorado.

«Hay un tópico habitual que dice que en el cine clásico siempre hay un final feliz, el famoso “happy end”, pero esto es un tópico(…). Lo que sí tenemos habitualmente son finales que proporcionan sentido a la narración, aunque el protagonista muera al final, pero lo hará por algo o por alguien: su mujer, su familia, su patria, sus compañeros del regimiento… Ese sacrificio aparece valorado y justificado. En el fondo, nos trasmite que la vida tiene un significado…»