El Occidente por el que luchó el papa Benedicto XVI, primero como profesor y luego como pontífice, se está derrumbando. La descristianización hace estragos en toda Europa, a diferentes niveles, pero afecta a todos. El norte de Europa está “perdido” para la sociedad de la “muerte de Dios”. Y ahora los países tradicionalmente católicos están siendo atacados. En España acaban de votar la eutanasia. Irlanda introdujo el aborto y el matrimonio homosexual. Francia, durante la pandemia, extendió el derecho al aborto y esta antigua “hija mayor de la Iglesia” ve cómo las iglesias son atacadas y vandalizadas cada día.