Esta obra constituye la primera traducción al español de la tesis doctoral de Dietrich von Hildebrand, la cual fue defendida el 6 de noviembre de 1912 en la Universidad de Gotinga y cuyo director de tesis, el propio E. Husserl, calificó como opus eximium. Hildebrand destaca entre los integrantes del realismo fenomenológico por la dedicación de su labor intelectual al campo de la ética –como muestra este trabajo–, en especial, por sus importantes aportaciones para el desarrollo de una ética fenomenológica de los valores.