Los ciudadanos europeos estamos viviendo un momento de desorientación. La prosperidad del proyecto de integración europeo se ha puesto en entredicho por la crisis económica, el auge de los nacionalismos y los populismos -en el Norte y en el Sur, de izquierdas y de derechas. Para poder arrojar luz sobre lo que es y no es Europa, necesitamos volver al origen. Quizá pensamos que Europa se trata únicamente de una unión económica, un mercado común y, en algunos casos, la ventaja de viajar sin pasaporte y sin cambiar de moneda. Konrad Adenauer, uno de los llamados padres fundadores de la UE, lo desmiente: Europa son fundamentalmente ideas.