Cuando queremos conocer o adentrarnos en el estudio de la sociedad de una civilización, a veces nos olvidamos de un colectivo tan importante como son los niños. Jean-Jacques Rousseau dijo que «lo que uno ama en la infancia, se queda en el corazón para siempre», y parece ser cierto incluso a lo largo de la historia, pues en cuanto a ser niño se refiere apenas hemos cambiado en comparación con los romanos y los niños que habitaban.