Este libro de Bouyer –teólogo amigo de Von Balthasar, Ratzinger y Tolkien–, que pone broche a su trilogía sobre la femineidad, recalca que, contrariamente a la idea de que la «inferioridad» de la mujer fue instaurada por el judaísmo y el cristianismo, algunas mujeres han desempeñado un papel fundamental desde los tiempos de la Iglesia primitiva. El ensayo parte de la premisa de que si la Iglesia sobrevivió a la decadencia escolástica de la Edad Media y a los errores renacentistas y de la Reforma fue mérito de ellas.