En el prólogo a la biografía de Dietrich von Hildebrand, escrita por su viuda Alice, el entonces cardenal Joseph Ratzinger escribía: «Cuando, en un futuro, se escriba la historia intelectual de la Iglesia católica del siglo XX, el nombre de Dietrich von Hildebrand será el más importante entre las figuras de nuestro tiempo. (…) Su amplia producción sobre la filosofía cristiana, su teología espiritual y su defensa de la Iglesia lo sitúan entre los grandes pensadores de este siglo».