El hombre y el Estado
«El Estado no es la suprema encarnación de la Idea, como creía Hegel. (...) Es un instrumento al servicio del hombre. Poner al hombre al servicio de este instrumento es una perversión política. (...) El hombre no es en modo alguno para el Estado. El Estado es para el hombre».
Con esta declaración de principios, el afamado filósofo francés Jacques Maritain presentaba El hombre y el Estado como la obra de referencia para comprender su pensamiento en este campo, que ha contribuido en gran medida al desarrollo de la concepción cristiana contemporánea sobre la sociedad y la democracia. Esta nueva edición es uno de sus ensayos más eruditos y pertinentes, conocido y consultado por los lectores de su obra, los estudiosos de la filosofía política y el público general, que coincide con la ocasión del 50 aniversario del fallecimiento del autor, uno de los pensadores contemporáneos más determinantes para el humanismo cristiano.
La democracia cristiana ya no tiene quien le escriba. Los democristianos fueron los protagonistas de muchos de los logros del Estado de derecho y social que se desarrolló tras la Segunda Guerra Mundial, aunque a veces se hable del consenso socialdemócrata. (...) . No se puede hablar de Europa sin hacer referencia a la CDU alemana, a la Democracia Cristiana italiana o figuras como Robert Schuman o Alcíde de Gasperi. Tampoco han tenido demasiada suerte los pensadores que alimentaron esta tendencia socio-política. Jacques Maritain debería coronar cualquiera de estas listas. Por eso, merece la pena perderse por sus reflexiones en torno a la idea del Estado y su relación con las personas que lo integran. No estaría de más que lo leyesen todos aquellos políticos que se han olvidado de que es el Estado el que está a nuestro servicio y no al revés.
Publicado en El Debate por Joseba Louzao
Un clásico vigente en la actualidad
Se podría decir que la relevancia del libro “El hombre y el Estado”, consiste en que a pesar de que se publicó a mediados del s. XX, sigue siendo un texto vigente en pleno s. XXI. Se trata de un clásico de la filosofía que nos recuerda la existencia de derechos naturalmente poseídos por el ser humano, anteriores y superiores a la legislación escrita y a los acuerdos entre los gobiernos, derechos que la sociedad civil no tiene que otorgar, sino que reconocer y sancionar como universalmente válidos, tal y como se señaló en la reforma a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en materia de derechos humanos, del año 2011.
Publicado en CISAV por Marcelo Bartolini Esparza
El pensamiento político que necesita el siglo XXI
Setenta años después de esta obra fundamental, el pensamiento de un autor muy influyente en los planteamientos católicos modernos acerca de la relación entre autoridad religiosa y política, libertad e identidad nacional, presenta una brújula única para leer el signo de los tiempos. «No debemos perder el legado de Maritain: tenemos el deber de recuperarlo»
Publicado en El Debate por María Serrano
Con el por qué comienza la discusión
Cuenta Jacques Maritain, en su libro El hombre y el Estado, que durante una de las reuniones de la Comisión nacional francesa de la UNESCO en que se discutía sobre los Derechos del Hombre, alguien manifestó su extrañeza al ver que ciertos defensores de ideologías violentamente opuestas se habían puesto de acuerdo para redactar una lista de derechos. Y ellos replicaron: «Claro, estamos de acuerdo en esos derechos a condición de que no se nos pregunte por qué». Con el por qué comienza la discusión.
Publicado en Nueva Revista por Ignacio Sánchez Cámara
Una propuesta política humanista
Coincidiendo con el quincuagésimo aniversario de la muerte de Jacques Maritain, el sello Encuentro recupera una de las obras más conocidas del célebre pensador que dejó atrás el materialismo bergsoniano para abrazar el humanismo cristiano. Su tesis, que reniega de la concepción hegeliana del Estado como suprema encarnación de la idea, sostiene que dicha institución debe estar al servicio del ser humano y no a la inversa.
Publicado en El Correo por Pablo Martínez Zarracina
Las democracias europeas y el proyecto mismo de integración tienen ante sí retos formidables en nuestros días. Afrontarlos resulta una tarea ineludible, que requiere un gran esfuerzo intelectual y político. En estos tiempos de crisis no está de más recordar y revindicar la obra de algunos «padres fundadores» que pusieron en marcha en aquella Europa desolada tras la segunda guerra mundial un proyecto fecundo, anclado en las raíces de nuestra civilización y asentado en los valores en los que pueden pervivir las democracias.
Publicado en Nueva Revista por Eugenio Nasarre
Jacques Maritain se ha alejado demasiado de los hombres y los católicos de nuestro tiempo. El olvido de Maritain es un mal signo. Busquemos la forma de leerlo o releerlo, porque ayudará a la comprensión de los problemas de nuestra época y de sus desafíos, así como para descubrir posibles caminos hacia una «civilización, que dará a los hombres no ciertamente la felicidad perfecta, pero sí un ordenamiento más digno y los hará algo más felices en la tierra».
Publicado en El Debate por Eugenio Nasarre
Autor
Jacques Maritain
Jacques Maritain (1882-1973) fue, sin duda, una de las figuras señeras de la filosofía del siglo XX. Liberado del materialismo académico de su tiempo por la filosofía de Bergson, que luego impugnaría en su primera obra, se convirtió con su esposa Raïssa al catolicismo en 1906, entregándose apasionadamente hasta el final de su vida a una ambiciosa tarea de crítica y regeneración filosófica de la cultura moderna a la luz de la sabiduría cristiana. Sus obras han hecho de él uno de los filósofos más leídos dentro y fuera de Francia y uno de los maestros espirituales más influyentes y discutidos en Europa y América.