Le echamos de menos. Por eso no está nada mal volver a los orígenes. A sus primeros libros. A aquella ‘Meditación española sobre la libertad religiosa’, por ejemplo, que publicó José Jiménez Lozano en 1966, con 36 años. Y que terminó de forjar su posición como «cristiano en rebeldía», después de que El Norte de Castilla le enviara a Roma a cubrir como corresponsal, entre 1964 y 1965, el Concilio Vaticano II.