El ensayo de Marco goza de abundantes virtudes. Para empezar, su estilo, su deleitosa facilidad de lectura, su precisión y su fluidez. Algo que ya conocen sus lectores asiduos. Por otra parte, su erudición; no en vano, el profesor Marco es uno de los grandes especialistas, no ya en Azaña, sino en la política española de los siglos XIX y XX. Trabajos previos avalan su amplio conocimiento en torno al que fuera presidente del gobierno y, luego, de la República.