Lo sorprendente de este pequeño gran libro de Laínz es que, en poco más de un centenar de páginas, acumula sobre estos y otros muchos asuntos un arsenal de datos apabullantes tejidos en un relato singularmente ameno y trepidante.
Lo sorprendente de este pequeño gran libro de Laínz es que, en poco más de un centenar de páginas, acumula sobre estos y otros muchos asuntos un arsenal de datos apabullantes tejidos en un relato singularmente ameno y trepidante.