Existe una tendencia generalizada en el mundo de la literatura a rechazar las obras de autores jóvenes. Incluso en ocasiones se banalizan o se infravaloran obras de autores que se convirtieron en auténticos hitos literarios con el tiempo, pero que empezaron a escribir muy pronto. Y la juventud, seamos sinceros, repele a la crítica, posiblemente debido a que la relacionan con la inexperiencia y con la falta de lecturas, y ya no hablemos sobre la falta de originalidad. Por eso siempre viene bien que editoriales como Ediciones Encuentro rescaten libros primerizos de autores con los que nos hemos deleitado durante años. Este es el caso de«Diario de oración» de Flannery O’Connor.