¡Un cura detective! Habrase visto… Si no hay protagonista alcohólico, adicto a las drogas y no tiene mala leche, ni dosis de escepticismo y existencialismo galopante, ¿dónde está la gracia?, ¿dónde está el misterio? Chesterton nos demuestra que otro investigador, alejado de la gran mayoría de tópicos del género, es posible.