Gutiérrez Recacha ha seguido un hilo natural, presentando a cada
director en un capítulo independiente, trufado de anécdotas y diálogos extraídos de películas y
de análisis de algunas secuencias, entretejidos con el afecto y la admiración de un filósofo, con el rigor de un científico y con un hondo y vasto sentido interpretativo