«Tal vez sean nuestros días, al siglo de comenzar Hildebrand su andadura filosófica, un buen momento para acompañarle en el intento, siempre necesario, de ganar en claridad sobre la persona humana y su sentido y destino».
«Tal vez sean nuestros días, al siglo de comenzar Hildebrand su andadura filosófica, un buen momento para acompañarle en el intento, siempre necesario, de ganar en claridad sobre la persona humana y su sentido y destino».