«El libro consigue trasladar al lector a sus experiencias mantenidas con la naturaleza e invita a los adultos a no terminar de perder el sentido del asombro y a acompañar a los niños a experimentarlo con la naturaleza. De forma entrañable te impregna de árboles, ríos, mares, hojas y lunas a través de un texto que rezuma ternura, realismo y delicadeza».