Junto a la defensa de la existencia de Dios por medio de una nueva interpretación de pruebas de dicha existencia que se han dado a lo largo de la historia, que podríamos considerar como las vías de la razón, encontramos también en esta obra la defensa de argumentos probatorios de la existencia de Dios que parten de análisis fenomenológicos del amor; pruebas que constituirían las vías del amor, pero sin perder por ello un ápice de racionalidad.
