Igual que otros narradores de más novelas del autor, el de esta usa un tono coloquial y sencillo que, sin embargo, no le impide usar un vocabulario rico y hacer descripciones muy precisas. También, como es habitual en el autor, el modo expositivo conversacional puede hacer que muchos lectores no aprecien la enorme sofisticación narrativa de la novela ni su riqueza y profundidadad.