Una vivencia que el más “avispado” turista, si carece del bagaje cultural y espiritual de De Haro, se perdería incluso estando sentado en un chiringuito en el centro de El Cairo.
Una vivencia que el más “avispado” turista, si carece del bagaje cultural y espiritual de De Haro, se perdería incluso estando sentado en un chiringuito en el centro de El Cairo.