Al discurso
le acompaña un estudio introductorio de Alfonso López Quintás que se presenta totalmente iluminador para interpretar de manera, si cabe, más fecunda el pensamiento esbozado por Maeztu sobre la relación del arte y la moral. El discurso de Maeztu, ahora reforzado por la metodología de López Quintás invita a abrirse ante las posibilidades que los niveles superiores ofrecen al hombre, no siendo posible realizar este ascenso si la vida del espíritu no se cultiva.