Al final ya casi del libro, Francisco José Soler Gil nos desvela su propósito al escribirlo, así como su deseo de proyectar hacia fuera de sí mismo su contenido: «Espero que sirva al menos como testimonio de que he tratado de ser completamente franco (…). De abrir mi pensamiento de par en par a cualquiera que quisiera inspeccionarlo, siguiendo el análisis que aquí he ofrecido».