La riqueza y variedad de los temas tratados por Chesterton supera la capacidad de cualquier reseña o análisis. Aquí solo se citan unas pocas muestras que invitan al lector a descubrir otras muchas en el pequeño y gran universo chestertoniano. Sin embargo, existe una nítida conclusión: Chesterton no se dejó llevar nunca por lugares comunes ni por modas con inexorable fecha de caducidad. Tampoco le gustaban las teorías que forzaban la realidad para aparecer como originales.