Que sin los laicos no es posible la nueva evangelización es mucho más que un eslogan. Por su propia vocación de “estar en el mundo” (y en un mundo que en buena medida ya no conoce a Cristo) los laicos están llamados a mostrar la belleza de la fe en todos los ambientes, haciéndolos auténticamente humanos. A esa tarea se entregó toda su vida Enzo Piccinini, médico, esposo y padre de cuatro hijos, cuya historia cuenta el libro “Todo lo he hecho para ser feliz”