Este libro recoge las cartas que Luigi Giussani envió a su amigo Angelo Majo entre 1944 y 1964. En ellas se percibe el amor del joven sacerdote milanés por Cristo y su pasión por comunicarlo a los hombres. Amor por Cristo y pasión por el destino temporal y eterno de los hombres, que conducirían al nacimiento de Comunión y Liberación.
«La virtud de la amistad puede renacer en cualquier lugar, por todo el mundo, con su presentimiento de unidad, con su capacidad de escucha y su voluntad de entrega. Pero cuando lo hace en un terreno cristiano, esta virtud se enraíza sólida y abundantemente, eterna y abrazadora de todo. [...] Fuera de esta tierra bendita, la amistad permanece como ímpetu noble y triste, inquieto por la conciencia de su precariedad» (del epílogo del autor).
«Esta es la enseñanza fundamental de las cartas de don Giussani que publicamos en este volumen; nos persuaden de que el hombre de hoy no necesita cosas nuevas, sino un modo nuevo de ver las cosas de siempre, y este modo nuevo es Jesucristo. Mi gratitud, llena de reconocimiento afectuoso, a don Giussani que sin descanso me lo ha recordado continuamente y, sobre todo, me ha dado testimonio de ello con su vida, con su fascinante y siempre juvenil entusiasmo» (Angelo Majo).
Autor
Luigi Giussani
Luigi Giussani (1922-2005), sacerdote milanés, es el fundador del movimiento eclesial Comunión y Liberación. Cursó sus estudios en la Facultad de Teología de Venegono, donde fue profesor durante algunos años. En los años cincuenta abandonó la enseñanza en el seminario para dar clases en un instituto de enseñanza media de Milán, el Liceo Berchet, donde permaneció hasta 1967. Desde 1964 hasta 1990 enseñó Introducción a la Teología en la Universidad Católica del Sacro Cuore de Milán.
Educador infatigable, Giussani publicó en el transcurso de su vida numerosos ensayos, pues como él mismo dijo, «sólo a través de la educación se construye un pueblo como conciencia unitaria y como civilización». En particular quiso mostrar «la razonabilidad y utilidad para el hombre moderno de esa respuesta al drama de la existencia que lleva por nombre 'acontecimiento cristiano'», ofreciendo dicha respuesta «como sincera contribución para una verdadera liberación de los jóvenes y de los adultos».
Como reconocimiento a su labor, en 1995 recibió el Premio Nacional para la Cultura Católica y, en diciembre de 1997, su libro El sentido religioso fue presentado en la ONU. Falleció en Milán el 22 de febrero de 2005. Siete años después, el 22 de febrero de 2012, se presentó la petición de apertura de su causa de beatificación y canonización, que fue aceptada por el Arzobispo de Milán. Encuentro ha publicado casi todas sus obras en español.