En la época moderna se han desarrollado con enorme profusión ensayos de carácter económico, social, histórico, teológico, antropológico, etc., sobre el trabajo humano, sobrepasándose, en muchas ocasiones, el concepto exacto del trabajo. La Iglesia católica ha participado en este quehacer, intentando a veces contenerlo, pero nunca ha comprendido ni amado el trabajo industrial. Los católicos se han sentido alejados, en cierto sentido, de la importantísima tarea social de producir riqueza, la han mirado con recelo. La invención de nuevas formas de organización del trabajo humano y de innovaciones en el mundo de producción se han dejado para otros, burgueses o marxistas. Con la Laborem Exercens la Iglesia va más al fondo, llega al corazón del concepto mismo del trabajo humano. En lugar de trazar un modelo ideal, Juan Pablo II ayuda a comprender lo que ha acontecido y sigue aconteciendo en la historia, de qué modo puede el hombre transformarse con su trabajo, hacerse más hombre.
Autor
Rocco Buttiglione
Intelectual y político democristiano italiano, Rocco Buttiglione (Gallipoli, 1948) es profesor de filosofía. Recibió formación de jurista en Turín y Roma. Enseña ciencia política en la Universidad Libre San Pío V de Roma. En el plano político, fue elegido diputado europeo por Milán en 2001. Ha ejercido los cargos de Ministro para la Unión europea en el segundo gobierno de Silvio Berlusconi y de Ministro de Bienes Culturales en el tercero. En 2004, José Manuel Durão Barroso incluyó su nombre entre los candidatos a comisarios de la Comisión Europea, pensando asignarle las carteras de justicia, libertades y seguridad, opción finalmente desechada por la fuerte polémica que desataron unas malentendidas declaraciones suyas acerca de la homosexualidad.