Prólogo de Juan Velarde.
«El cristianismo no ha surgido como una religión, sino como un potente amor a lo humano, en la concreción de la persona, en la precisión del individuo nacido de una mujer». De esa experiencia única ha nacido un modo nuevo de afrontar el poder, el trabajo, las obras y la política.
El yo, el poder, las obras recoge intervenciones de Luigi Giussani sobre esa concepción nueva de lo humano, de la forma en que se relaciona con la realidad, y de la manifestación de la persona que actúa y transforma su entorno. Ofrece múltiples elementos de juicio para comprender mejor el contexto histórico actual y sugerir caminos y perspectivas para ser protagonistas en la sociedad de nuestro tiempo.
Una conexión entre la naturaleza humana y la realidad
No es un libro de autoayuda, ni un manual de acciones sociales. Simplemente es un ensayo, ténganlo en cuenta. No deja de ser la opinión de un hombre, pero que, si se le presta la atención suficiente, podrán ver que todo aquello que menciona no les va a dejar indiferentes. Seguro que les remueve, y aviva en muchos el motor de cambio de chip para disfrutar su humanidad en la realidad.
Publicado en Hombre en camino por Jorge Velasco
Autor
Luigi Giussani
Luigi Giussani (1922-2005), sacerdote milanés, es el fundador del movimiento eclesial Comunión y Liberación. Cursó sus estudios en la Facultad de Teología de Venegono, donde fue profesor durante algunos años. En los años cincuenta abandonó la enseñanza en el seminario para dar clases en un instituto de enseñanza media de Milán, el Liceo Berchet, donde permaneció hasta 1967. Desde 1964 hasta 1990 enseñó Introducción a la Teología en la Universidad Católica del Sacro Cuore de Milán.
Educador infatigable, Giussani publicó en el transcurso de su vida numerosos ensayos, pues como él mismo dijo, «sólo a través de la educación se construye un pueblo como conciencia unitaria y como civilización». En particular quiso mostrar «la razonabilidad y utilidad para el hombre moderno de esa respuesta al drama de la existencia que lleva por nombre 'acontecimiento cristiano'», ofreciendo dicha respuesta «como sincera contribución para una verdadera liberación de los jóvenes y de los adultos».
Como reconocimiento a su labor, en 1995 recibió el Premio Nacional para la Cultura Católica y, en diciembre de 1997, su libro El sentido religioso fue presentado en la ONU. Falleció en Milán el 22 de febrero de 2005. Siete años después, el 22 de febrero de 2012, se presentó la petición de apertura de su causa de beatificación y canonización, que fue aceptada por el Arzobispo de Milán. Encuentro ha publicado casi todas sus obras en español.