¿Qué es el hombre para que te acuerdes de él?
El presente libro recoge los comentarios realizados por don Giussani a una cuarentena de Salmos y textos significativos del Antiguo Testamento, al hilo de la Liturgia. Como el propio autor indica, «a través del pueblo judío, la pedagogía divina pretende enseñar al hombre que hay un único Dios, que lleva a cabo su plan misterioso mediante la elección de una realidad concreta de tiempo y espacio. (...) Los salmos son la forma del diálogo que Dios mismo ha establecido con su pueblo desde antiguo. Quien los recita hoy asume un clima propio del pueblo judío, profundamente marcado por la espera del cumplimiento de una promesa».
«La lectura de estos comentarios de don Giussani a los salmos nos introduce en el misterio de Cristo deseado, intuido, esperado, profetizado y encontrado en la historia. Y nos acompaña en una nueva apropiación del Salterio, de modo que la espera, el deseo, el dolor, el arrepentimiento y la alegría del salmista de Israel resuene en nosotros como resonó en el judío Simón Pedro cuando recitaba los salmos con los ojos cargados de la Presencia de Jesús resucitado» (del prólogo a la edición española).
Los Salmos son piezas fundamentales del patrimonio espiritual
El prólogo de Ignacio Carbajosa a la edición castellana nos ayuda a transitar, con más conciencia y fruto, por el mundo de esas piezas poéticas en las que se dan cita toda la pequeñez y la toda la grandeza del alma humana en su relación con Dios.
Publicado en Scripta Theologica por Juan Luis Caballero
Autor
Luigi Giussani
Luigi Giussani (1922-2005), sacerdote milanés, es el fundador del movimiento eclesial Comunión y Liberación. Cursó sus estudios en la Facultad de Teología de Venegono, donde fue profesor durante algunos años. En los años cincuenta abandonó la enseñanza en el seminario para dar clases en un instituto de enseñanza media de Milán, el Liceo Berchet, donde permaneció hasta 1967. Desde 1964 hasta 1990 enseñó Introducción a la Teología en la Universidad Católica del Sacro Cuore de Milán.
Educador infatigable, Giussani publicó en el transcurso de su vida numerosos ensayos, pues como él mismo dijo, «sólo a través de la educación se construye un pueblo como conciencia unitaria y como civilización». En particular quiso mostrar «la razonabilidad y utilidad para el hombre moderno de esa respuesta al drama de la existencia que lleva por nombre 'acontecimiento cristiano'», ofreciendo dicha respuesta «como sincera contribución para una verdadera liberación de los jóvenes y de los adultos».
Como reconocimiento a su labor, en 1995 recibió el Premio Nacional para la Cultura Católica y, en diciembre de 1997, su libro El sentido religioso fue presentado en la ONU. Falleció en Milán el 22 de febrero de 2005. Siete años después, el 22 de febrero de 2012, se presentó la petición de apertura de su causa de beatificación y canonización, que fue aceptada por el Arzobispo de Milán. Encuentro ha publicado casi todas sus obras en español.