Franz Jägerstätter, campesino austriaco, casado, padre de tres niñas y ferviente católico, fue ejecutado en 1943 por negarse a servir en el ejército nazi. Atendiendo a los dictados de su conciencia —de los que no quiso sustraerse aun contraviniendo las recomendaciones de las autoridades eclesiásticas—, se negó a participar en una guerra que consideraba a todas luces injusta. Su valentía y su coherente actuación como cristiano llevaron al papa Benedicto XVI a beatificarlo en octubre de 2007.
Se publican aquí por primera vez en castellano todos los escritos de Jägerstätter tanto durante el periodo de instrucción militar en la Wehrmacht como desde su posterior arresto hasta el día de su ejecución. La primera parte del libro recoge la conmovedora correspondencia mantenida con su esposa Franziska —a través de la cual Franz había sido conducido a un intenso camino espiritual—, mientras que la segunda está formada por diversas reflexiones sobre la vida cristiana escritas en prisión. Se incluye además un texto inédito encontrado recientemente en Sankt Radegund, escrito probablemente unos días antes de su arresto.
«Me gustaría invitaros a conocer la extraordinaria figura de un joven objetor, un joven europeo de 'ojos grandes', que luchó contra el nazismo durante la Segunda Guerra Mundial» (Mensaje del papa Francisco a los participantes en la conferencia europea de jóvenes).
Una fe a prueba de totalitarismos
Estamos ante un libro testimonio, cuya lectura permite asomarse a la vida de una persona que fue profundizando en su fe y avanzando en el compromiso que esa fe derivaba.
Publicado en Proyección por Ildefonso Camacho
Autor
Franz Jägerstätter
Franz Jägerstätter (Sankt Radegund, 20 de mayo de 1907 - Ciudad de Brandeburgo, 9 de agosto de 1943) fue un campesino austriaco ejecutado por el régimen nazi. Hijo ilegítimo de Rosalía Huber y Franz Bachmeier, tras morir su padre en la Primera Guerra Mundial fue adoptado por el nuevo esposo de su madre, Heinrich Jägerstätter, de quien heredó su granja. En 1933 tuvo una hija ilegítima con Hildegard Auer, una trabajadora de la granja. Tres años después se casó con Franziska Schwaninger, con quien tuvo tres hijas. Su fe católica se despertó en su viaje de bodas a Roma.
Tras negarse a servir como soldado en la Wehrmacht alemana en 1943, fue encarcelado en Linz hasta principios de mayo y luego fue trasladado a Berlín-Tegel. El 6 de julio de 1943 fue condenado a muerte por el Tribunal de Guerra del Reich por «socavar la moral militar» y decapitado el 9 de agosto en Brandenburg/Havel. En 2007 fue beatificado por el papa Benedicto XVI.