Hitz defiende en estas páginas que la vida intelectual proporciona el disfrute diario: «Pocas experiencias llenan tanto como la vida interior, sea la del “ratón de biblioteca”, la del astrónomo aficionado, o la del observador de aves».
Hitz defiende en estas páginas que la vida intelectual proporciona el disfrute diario: «Pocas experiencias llenan tanto como la vida interior, sea la del “ratón de biblioteca”, la del astrónomo aficionado, o la del observador de aves».