«Para cuando estalló la Segunda Guerra Mundial Hopkins era una de las referencias más destacadas para todo lector de poesía inglesa» y es que voces tan representativas de los nuevos tiempos como T. S. Eliot, F.R. Leavis o los críticos afiliados al llamado New Criticism como William Empson o I. A. Richard apreciaron su obra y consiguieron difundirla entre los entre los autores emergentes: «Eliot —escribe Insausti— arrastraría a los escritores de Bloomsbury […]; los lectores y estudiosos católicos descubrirían en los versos de aquel oscuro jesuita un modo de reconciliar su religiosidad y su tradición literaria; y varios de los jóvenes poetas de la nueva generación de los treinta, como Auden y Cecil Day Lewis, coincidían con sus mayores en apreciar a Hopkins»