«Se puede pensar a Dios; por tanto, podemos conocerlo»

El nombre del autor, su autoridad teológica y la profundidad de su pensamiento son una carta de presentación que no necesita ningún aval, y mucho menos el mío. Sin embargo, la importancia de este libro no solo está en su autor, sino en que inaugura la publicación de las obras completas del gran teólogo jesuita que Ediciones Encuentro tiene intención de editar.