Una novela que hace gustar de la escritura y vuelve humano el corazón

Salisachs no ha emborronado el texto. El texto sagrado. Su propio dolor de madre por la pérdida de un hijo de 21 años, su itinerario personal de rebelión y de asentimiento a Dios, explican una escritura en carne viva. Por eso, nos ayuda a comprender, a levantar la mirada y a abrir el corazón.