«Estoy más que vivo, desmesuradamente vivo»

Rodeado del sufrimiento de aquellos niños, acompañado de sus nuevos colegas del servicio de limpieza del hospital y con la espera silenciosa de unos padres y hermanos ante lo que la vida le acontece, Daniele es capaz de mirar de otra manera al mundo y recuperar la ilusión por seguir adelante.