Nada se percibe hoy tan importante como la necesidad de educar a nuestros jóvenes en la libertad y en la responsabilidad. El sistema educativo español presenta heridas profundas y difícilmente sanables en todos sus flancos: desaparece cada vez más rápidamente el sujeto que educa ---padres, maestros, sacerdotes...---, la legislación vigente no favorece a las realidades sociales que apuestan por la educación y, por último, el nihilismo y el relativismo cultural imperantes nos dejan inermes ante tan importante y urgente tarea. Pero educar hoy es no sólo necesario y urgente, sino posible.
Estas páginas recogen la frescura de una concepción educativa vivida y experimentada, fruto de un conocimiento profundo de la naturaleza humana y, al mismo tiempo, de las condiciones culturales e históricas que caracterizan la vida del hombre de hoy. La atención con la que ha sido acogida esta obra por parte de estudiosos de varios países ---de Estados Unidos a Rusia, desde países de África a regiones asiáticas--- da cuenta de la importancia y el valor de un planteamiento que se dirige a cualquier hombre de nuestro tiempo.
Autor
Luigi Giussani
Luigi Giussani (1922-2005), sacerdote milanés, es el fundador del movimiento eclesial Comunión y Liberación. Cursó sus estudios en la Facultad de Teología de Venegono, donde fue profesor durante algunos años. En los años cincuenta abandonó la enseñanza en el seminario para dar clases en un instituto de enseñanza media de Milán, el Liceo Berchet, donde permaneció hasta 1967. Desde 1964 hasta 1990 enseñó Introducción a la Teología en la Universidad Católica del Sacro Cuore de Milán.
Educador infatigable, Giussani publicó en el transcurso de su vida numerosos ensayos, pues como él mismo dijo, «sólo a través de la educación se construye un pueblo como conciencia unitaria y como civilización». En particular quiso mostrar «la razonabilidad y utilidad para el hombre moderno de esa respuesta al drama de la existencia que lleva por nombre 'acontecimiento cristiano'», ofreciendo dicha respuesta «como sincera contribución para una verdadera liberación de los jóvenes y de los adultos».
Como reconocimiento a su labor, en 1995 recibió el Premio Nacional para la Cultura Católica y, en diciembre de 1997, su libro El sentido religioso fue presentado en la ONU. Falleció en Milán el 22 de febrero de 2005. Siete años después, el 22 de febrero de 2012, se presentó la petición de apertura de su causa de beatificación y canonización, que fue aceptada por el Arzobispo de Milán. Encuentro ha publicado casi todas sus obras en español.