Historia de la Fundación Jesús y San Martín

Benedicto XVI, en Deus Caritas est, dice que «la caridad cristiana es, ante todo y simplemente, la respuesta a una necesidad inmediata en una determinada situación: los hambrientos han de ser saciados, los desnudos vestidos, los enfermos atendidos para que se recuperen, los prisioneros visitados, etc. Las organizaciones caritativas de la Iglesia [...] han de hacer lo posible para poner a disposición los medios necesarios y, sobre todo, los hombres y mujeres que desempeñan estos cometidos». Así entendió la caridad aquella Junta de Señoras que se reunió, por primera vez, el 2 de junio de 1857 para dar respuesta a la urgente necesidad de ofrecer una educación adecuada y una atención humana completa a niños huérfanos que, en aquellos momentos, sin ningún tipo de cobertura social, estaban en una situación de verdadero desamparo.
Hoy, 160 años después, esta realidad sigue viva, asistiendo a la Iglesia en su labor caritativa, adaptada a las necesidades del siglo XXI. Se presenta aquí la historia de una fundación singular, laical y femenina, que es modelo del compromiso de los laicos en la Iglesia desde el siglo XIX y hasta nuestros días.