Meditación sobre la Iglesia
Nueva edición revisada. Prólogo de Mons. Ricardo Blázquez.
«Estamos ante un libro sencillamente admirable. [...] No es un tratado sistemático de eclesiología ni una colección de estudios sobre temas eclesiológicos. El autor es en este libro más que un profesor; es un teólogo y un iniciador en el misterio de la Iglesia. Expone la doctrina con su despliegue en la historia y su elocuencia vital para el presente. Quiere crear sentido de Iglesia, ayudar a que el cristiano sea anima in Ecclesia, alumbrar la Iglesia en el corazón de los hombres.
El libro no es un tratado sino una "meditación" [...]: es un libro rico y sugestivo en ideas y transparente en su exposición. La inteligencia de la fe prepara, acompaña y fecunda la meditación del cristiano sobre la Iglesia, que para nuestro autor es primordialmente el misterio de la Trinidad santa de Dios desplegado en el tiempo en forma de seno maternal y de fraternidad. Por todas partes brotan las palabras desde una vivencia personal. El amor a la Iglesia alienta la capacidad comprensiva. Hay momentos en que la meditación se hace plegaria y se expresa líricamente, y en que la contemplación del misterio de la Iglesia se desborda en admiración.
Sorprende el constatar qué poco ha envejecido el paso del tiempo a este libro; en sus páginas alienta un espíritu inmarcesible, y la duración de su vigencia es un signo a favor de su verdad. Transmite este libro una actitud ante la Iglesia que en cualquier situación histórica, en cualquier área cultural, en cualquier configuración que adopte la comunidad eclesial debemos asumir los cristianos.
Meditación sobre la Iglesia es un libro extraordinario, donde se refleja la conciencia secular de la Iglesia, iluminada por Jesucristo, "Sol de justicia" y Luz que ilumina a todo hombre. Un libro así merece que circule siempre entre nosotros, especialmente cuando la eclesialidad de la fe necesita mayor esclarecimiento y más hondo arraigo en los cristianos».
(de la presentación de Mons. Ricardo Blázquez)
De Lubac para hoy
En este momento difícil que a la Iglesia le toca transitar viene en nuestra ayuda la luz de testigos que la banalidad ambiental tiende a archivar. En este sentido, la pertinencia de la obra del jesuita francés Henri de Lubac
Autor
Henri de Lubac
Henri de Lubac (1896-1991), miembro de la Compañía de Jesús desde 1913, fue ordenado sacerdote en 1927. Fue profesor de Teología fundamental y de Historia de las religiones en las Facultades Católicas de Lyon, y miembro de la Academia de Ciencias Morales y Políticas (Institut de France). Fue perito del concilio Vaticano II, participando desde sus inicios en la Comisión preparatoria. Posteriormente fue miembro de la Comisión Teológica Internacional. Juan Pablo II lo creó cardenal en 1983.